De pronto nos encontramos ante una situación tan rara como inesperada, que quizás nunca hubiéramos imaginado.
Pero la vida es así, te plantea desafíos en el momento menos pensado, y hay que enfrentarlos.
Es que esta nueva enfermedad llamada coronavirus nos enseña.
Que cuando surge un problema grave nuestro primer resguardo es la familia.
Que a veces tenemos que hacer las cosas que nos corresponden que justamente no son las que más nos agradan.
Que no necesariamente tenemos que estar uno al lado del otro para sentirnos cerca, acompañados y contenidos.
Que si lo hacemos juntos y bien, de manera eficiente y coordinada los resultados se verán antes de lo previsto, evitando males mayores.
Amigos: el momento es ahora.
Y ojalá que esta experiencia de vida nos sirva para que en el futuro, unidos, dejando de lado todo tipo de banderías políticas, deportivas, religiosas, etc, podamos seguir enfrentando nuevos desafíos y cuando lleguemos a lograr el objetivo podamos decir: JUNTO SOMOS INVENCIBLES.
Que así sea.
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